martes, 12 de enero de 2010

El Templo Sagrado



Hemos leído que así se considera nuestro cuerpo,
 un templo sagrado.
Podemos imaginarlo de esa manera?
Él nos acompañará el resto de nuestro maravilloso y a veces difícil viaje por el camino de la vida.
Veloz o lentamente. Dándonos momentos hermosos, memorables.
Otras veces nos parece una carga, un obstáculo interponiéndose a nuestros objetivos.
Se puede mejorar, corregir y armonizar dicho Templo.
Debemos elegir entre un edificio oscuro, ruinoso y uno lleno de luz.
Cuando un paciente está frente a mi, accedo a ese templo, sin contacto físico, con Amor y Respeto.
Es en su interior donde están las respuestas buscadas, los orígenes de dolores y pesares. Están también los interruptores que darán energía curativa en el acto.
La sonrisa agradecida del paciente es un pago difícil de explicar.
Un bien que atesoro en mi alma

No hay comentarios:

Publicar un comentario